Pues si, señores, existe una versión de nuestro querido amigo Bisbal en versión holandesa y rellena de chocolate que canta su corazón latino. Lo que pasa es que este no puede hacer sus giros y saltos porque no destaca por su agilidad felina, sino fijarse como nada más empezar casi se cae al mar. Ni aguanta de pie en el mar. Lo suyo es estar sentaito y como mucho el 1, 2 y me dejo caer del otro lao.
Pero, como todos los artistas no son perfectos, además de relleno de chocolate no le dió ni un euro a su madre, que se vengó. Aquí su relleno le salvó porque sino se hubiera escurrido del asiento y del cinturon de seguridad, y se hubiera pegao la torta del día. MUCHA ATENCIÓN porque la madre casi se muere de la risa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario